¿Cómo diferenciar la necesidad del deseo?

La mente es la parte del cuerpo más compleja y la que más crucigramas tiene que descifrar.

Dudas, pensamientos, necesidades o deseos son algunos de los retos diarios a los que se enfrenta.

En el espacio de la alimentación, el hipotálamo es la parte del cerebro que interfiere. Se encarga de analizar la información al ingerir alimentos. Es el responsable de avisar cuando se ha comido suficiente. No obstante, hay factores que consiguen despistar al hipotálamo para hacer creer que todavía es necesario ingerir más. El placer que producen algunos alimentos como algunos carbohidratos y especialmente los azúcares (el chocolate) o las grasas pueden causar este comportamiento.

Este poder placentero de ciertos alimentos, consigue estimular zonas cerebrales relacionas con una fuerte recompensa y adicción, pudiendo activar los mismos mecanismos que se activan con las sustancias adictivas como el tabaco.

Parece contradictorio semejar un alimento a una sustancia adictiva, pero la realidad es así.

Aparecería de esta forma el término deseo por los alimentos.

Deseo  

Es lo mismo que el apetito, las ganas de comer por placer. Interfieren olores, sabores, aspecto y presentación del alimento. Las costumbres alimentarias que son las que conocemos estimulan la mente, y fomentan el deseo. Es más bien un capricho por comer algo en concreto, normalmente dulce.

De esta forma, una persona puede sentir deseo todo y haberse saciado.

Una cuestión diferente es la necesidad de comer, a pesar de que en el lenguaje popular se suela confundir con deseo.

Necesidad

Sería el hambre, una necesidad fisiológica vital, indispensable para saciar el hambre y nutrir nuestro cuerpo.

Es importante saber diferenciar estos dos conceptos, y más cuando tenemos problemas de sobrepeso y obesidad, y no sabemos cómo han llegado estos quilos de más.

Cómo diferenciar el deseo de la necesidad. Algunos trucos

  • El deseo de comer aparece en cualquier momento, hasta incluso después de haber comido. En cambio la necesidad suele producirse después de unas horas de no comer, cuando entra el gusanito al estómago.
  • Los sonidos de las tripas acompañan la necesidad, el hambre. No ocurre lo mismo ante el deseo, que puede ir acompañado por una sensación de ansiedad por lo que deseas.
  • Cualquier cosa es buena cuando tenemos necesidad, todo y tener nuestros gustos y apetencias. Cuando es deseo, dulces y antojos priorizan.
  • El hipotálamo manda la señal de saciedad cuando hemos comido suficiente, por lo que nuestro cuerpo no necesita más. Esta señal puede verse camuflada cuando el placer de un alimento rige nuestra mente.

Nadie se conoce mejor que uno mismo, y aplicar los propios trucos para poder diferenciar cada sensación es la mejor opción.