Productos de temporada: la mandarina

El fin del verano y la llegada del otoño trae consigo la maduración de determinadas frutas con su máximo esplendor.

Las frutas de verano tienen mayor fama por su diversidad y variedad de colores, pero aunque en otoño no haya tanto color en ellas, sí que en su mayoría, nos aportan propiedades que les otorgan beneficios para preparar el cuerpo para el invierno, reforzando nuestro sistema inmunológico. Si es que la naturaleza es muy lista, más de lo que imaginamos.

Este post va dedicado a una fruta otoñal por excelencia, las mandarinas.

Se pueden encontrar en el mercado des de septiembre hasta marzo, por lo diversidad de variedades que existen.

Resulta tan sencillo pelar y comer una mandarina que se ha convertido en una de las frutas más atractivas para todos, y sobre todo para los niños. Su consumo debe ser potenciado, su sabor dulce y refrescante y sus propiedades nutritivas hace de ella una de las frutas más populares del mundo.

Propiedades nutricionales

Contienen agua como componente mayoritario y, respeto a otras frutas de su género, aporta menos cantidad de azúcar y por consiguiente menos calorías. Aporta fibra, observándose en la parte blanca entre la pulpa y la corteza, favoreciendo el tránsito intestinal.

Son ricas en vitamina C, un poco menos que las naranjas, pero con un contenido muy apreciable. Una naranja contiene 50mg de vitamina C, y una mandarina 30mg. Diariamente necesitamos entre 60-70mg de vitamina C, por lo que dos mandarinas diarias cumplirían con nuestros requerimientos de esta vitamina.

La vitamina C es esencial para nuestro cuerpo, al igual que el resto de vitaminas, son sustancias indispensables para la vida y que nuestro organismo no puede fabricar, y que por tanto, se tienen que tomar principalmente con la alimentación. La vitamina C cumple con funciones antioxidantes, interviene en múltiples reacciones metabólicas y ayuda en la absorción del hierro.

También es fuente de provitamina A, que se transforma en vitamina A, antioxidante y esencial para la visión, el buen estado de la piel y las mucosas, y el buen funcionamiento del sistema inmunológico. Contiene además, cantidades destacables de ácido cítrico, potasio y magnesio.

Toma nota: La piel de los cítricos, la que normalmente tiramos a la basura, es muy valiosa. Es rica en antioxidantes, los conocidos como flavonoides, además de ser relajante y calmante. La piel fresca y rallada, es un buen acompañante para ensaladas, vinagretas y cremas de verdura. ¡Aprovéchala!

Cocina con mandarina

  1. Son muy refrescantes y apetitosas al consumirlas al natural o en forma de zumos. Tómate dos al día en temporada.
  2. Los gajos se utilizan habitualmente en repostería al hacer pasteles como ingrediente decorativo, o para elaborar sorbetes, helados, mermeladas y licores.
  3. La elaboración de salsas con mandarina para acompañar carnes, aves y pescados es habitual en oriente.
  4. Completa tus ensaladas con gajos de mandarina.
  5. Su extracto se utiliza en la fabricación de dulces y caramelos.

Este otoño a por la mandarina!