Si soy intolerante a la lactosa, ¿puedo tomar yogur?

La mayoría de personas intolerantes a la lactosa toleran bien los yogures. Esta frase sonará un poco dudosa para algunos, pero es del todo cierta.

¿Por qué?

  • El yogur contiene menos cantidad de lactosa que la leche
  • El yogur es de fácil digestión
  • No somos todos iguales y no todos toleramos la misma cantidad de lactosa

Estos serían los puntos clave para que la anterior afirmación no suene tan agridulce. Así, podemos decir que el yogur y la leche no se comportan de igual forma ante una intolerancia. Desglosemos esto con más contenido.

¿Intolerancia o maldigestión a la lactosa?

Actualmente no disponemos de datos suficientes para dar valores reales, aunque una estimación nos dice que en España existe un 15% de la población intolerante a la lactosa y un 34% puede padecer molestias por maldigestión a la lactosa ya que tienen un déficit de la enzima lactasa. Son datos muy elevados.

Con la edad también va disminuyendo la cantidad de la enzima lactasa, por lo que la población mayor es más propensa a la intolerancia.

La variabilidad que nos hace ser diferentes al compañero de delante, hace que la intolerancia presente distintos grados de tolerancia. Dos gotas de agua pueden llegar a ser idénticas, no pasa lo mismo con las personas.

Un buen diagnóstico es clave para saber a qué grado de intolerancia estamos expuestos y cuánta cantidad de lactosa nuestro cuerpo será capaz de tolerar.

El yogur y la maldigestión de la lactosa

La principal y más biodisponible fuente de calcio de la dieta son los lácteos, por lo que su consumo diario garantiza que nuestro cuerpo no presente déficit de calcio.

Si la intolerancia no es severa, podemos admitir una pequeña cantidad de lactosa en la dieta. Los estudios demuestran que hasta 12 g/día de lactosa pueden ser bien tolerados por la mayoría, pero siempre mejor tomarlos de forma fraccionada.

Un yogur contiene unos 5 g de lactosa, no es mucha cantidad, por lo que la mayoría de intolerantes lo podrán metabolizar si ningún problema.

El yogur, al igual que el queso, pero a diferencia de la leche, sufre un proceso de fermentación que presenta dos notables ventajas:

  1. Contiene un 20-30 % menos de lactosa, resultando mejor tolerado por los intolerantes a la lactosa
  2. Las bacterias ácidas lácticas que contiene el yogur ayudan a la digestión de la lactosa

Si tienes dudas puedes consultar a tu médico para saber cuál es tu grado de intolerancia. Es necesario confirmar el diagnóstico a través de un especialista. Las pruebas son sencillas y no invasivas (test de hidrógeno espirado) y nos permiten adecuar las medidas preventivas a cada personal.

Cada cuerpo es único y no hay reglas iguales para todos.