¿Cuánta agua necesito al día?

El agua es o debe ser la bebida por excelencia. Ocupa el segundo lugar, después del oxígeno, como elemento esencial para la vida.

Es el componente principal de nuestro cuerpo, representando alrededor de un 60% del peso corporal en hombres adultos, y un 50-55% en mujeres adultas, variando en función de la edad, masa muscular, tejido adiposo y estado de hidratación.

La mayor parte de células de nuestro cuerpo, a excepción de las células grasas, contienen agua como componente mayoritario. Transporta nutrientes a las células y retira los residuos de las mismas, ayuda en la regulación de la temperatura corporal y además protege y lubrifica el cerebro y las articulaciones. No son pocas las funciones que desempeña, por lo que su interés es elevado.

Los humanos sólo podemos sobrevivir pocos días sin beber agua, mientras que podemos sobrevivir sin otros nutrientes semanas o incluso meses.

La ingesta diaria de agua recomendada en situaciones de actividad y condiciones ambientales moderadas es de unos 2,5 L para hombres adultos y 2 L para mujeres adultas (6-8 vasos de agua). Estos valores incluyen el agua que nos aportan tanto alimentos como bebidas. Normalmente los alimentos nos aportan un 20% de las necesidades de agua totales, pero según tu dieta, si incluyes abundante fruta y verdura este valor se verá aumentado. No obstante estos valores son muy generales, y varían entre las diferentes personas, dieta, condiciones ambientales, nivel de actividad física, etc.

Esta ingesta de agua recomendada se ve aumentada en determinadas situaciones, como con las altas temperaturas de verano. Sudamos más. Si además del calor, el ambiente es seco, todavía necesitamos más hidratación, ya que nuestra termorregulación se puede ver afectada y estaremos más expuestos a sufrir las consecuencias de la deshidratación. Por eso, en verano es fundamentar ingerir líquidos con más frecuencia y sobre todo si nos exponemos al sol o realizamos actividad física.

Nos hidratamos fundamentalmente a través de las bebidas. Agua, infusiones, refrescos, lácteos, zumos o caldos nos hidratan. También alimentos sólidos, como verduras y frutas contienen un elevado contenido acuoso.

Decálogo de la hidratación

  1. Debes estar bien hidratado siempre, realices o no actividad física y en cualquier época del año.
  2. El balance hídrico de nuestro organismo debe estar equilibrado, la cantidad de líquido perdido debe ser el mismo que la cantidad aportada.
  3. Perdemos a diario entre 2-3 litros, a través de la orina, sudor y respiración. Deben ser repuestos con una ingesta adecuada.
  4. Aumenta tus necesidades de líquido al realizar cualquier actividad física. También en épocas estivales.
  5. No pases mucho rato sin beber líquido.
  6. Los niños están más expuestos a la deshidratación, mantén y asegura su correcta hidratación.
  7. Las personas mayores tienen una menor sensación de sed, al igual que las personas dependientes. Es importante controlar que ingieran líquidos regularmente.
  8. Niños, personas mayores, embarazadas y deportistas deben ingerir líquidos preferiblemente en forma de agua, ya que es el mejor nos hidrata.
  9. En personas sanas, además de consumir agua, las infusiones, zumos, caldos, etc., pueden ayudar a mejorar el estado de hidratación.
  10. Importante que los especialistas en salud nos guíen y asesoren acerca de nuestra hidratación.

 

En el siguiente enlace podrás encontrar las recomendaciones de agua según la EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria) en función de tu edad y sexo.

http://www.europeanhydrationinstitute.org/es/hydration_tools.html